Leyenda nunca muere

Roger Federer se ha convertido en la más grande leyenda del deporte blanco, y tras «la peor temporada» de su carrera, sigue estando en boca de muchos y protagonizando grandes historias.

Y es que después de tener un año poco productivo en cuanto a títulos, logró tener un cierre de temporada de ensueño ganando tres torneos consecutivos: El ATP 500 Swiss Indoors Basel, el M1000 BNP Paribas Masters y por tercera vez consecutiva, el Barclays ATP World Tour Finals.

Recuerdo haber escuchado varios comentarios éste año diciendo que Roger estaba al borde del retiro, incluso sus «grandes seguidores» ya lo daban por apagado. Y yo, sin ser exactamente una «fanática» del suizo, siempre pensé lo contrario. No podía creer que alguien estuviera pensando así de la persona considerada por muchos, el mejor tenista de todos los tiempos.

Pero, ¿quién mejor para revertir esos comentarios y demostrar que su tanque sigue lleno para deleitarnos con su magia unas cuantas temporadas mas, que el mismo Roger?.

Y no es que precisamente tenga algo que demostrarnos a nosotros, los simples espectadores de sus hazañas, sino que dio una lección que debimos haber aprendido hace mucho tiempo: Las leyendas nunca mueren, y mucho menos aquellas que se escriben en los libros más importantes de la historia.

Me considero afortunada por el simple hecho haber vivido en la época «Federer», y me niego a dar su carrera por acabada (vuelva a ganar o no) hasta el día de su retiro oficial.

«Larga vida al Rey Roger».