El Super Dome en New Orleans, y todos lo que regularmente asisten a dicho estadio, están a
punto de enfrentar un acontecimiento jamás imaginado por los fanáticos que se dan cita los
Domingos de Football para apoyar a su equipo local “Saints” of New Orleans, el posible paro
laboral que dejaría sin juegos de la NFL en la temporada 2011-2012.
En estos momentos el ambiente de fiesta proporcionado por el Mardi Gras, que termina el
próximo martes 8 de marzo, deja los malos pensamientos y augurios fuera de la mente de los
habitantes de New Orleans, pero solo es temporal. La extensión de 7 días para dialogar los puntos
de acuerdo entre dueños de equipos y jugadores se vencerá la próxima semana y las oraciones
de todos los aficionados que amamos el Football se unen con la esperanza de que se llegue a un
acuerdo favorable que evite el paro y suspensión de juegos.
Después de 6 años, cuando en el 2005 el huracán Katrina golpeó New Orleans, el Super Dome
se enfrenta a una nueva crisis, generada por los intereses de particulares (dueños de equipos y
jugadores). En ese lejano 2005 el estadio de los Saints se convirtió en albergue para la mayoría de
los damnificados por el huracán, lo que obligó a los Saints a jugar en otros estadios: Tiger Stadium
(4 partidos); AlamoDome (3 Partidos); Giants Stadium (1 partido). Y ahora en esta temporada el
estadio puede quedarse sin que su equipo juegue y sin que los aficionados puedan alentar a su
equipo en busca de un segundo título de la NFL.
Fue sorprendente la recuperación de la ciudad después del percance provocado por el huracán.
Pero más sorprendente fue la forma en que una franquicia, relativamente nueva, de la NFL
llegó y ganó el campeonato en la temporada 2009-2010, logrando lo que hasta este momento
se considera como la mejor campaña en la historia de la franquicia con 13 encuentros ganados
consecutivamente, lo que le dio la oportunidad de recibir todos los partidos de playoffs en su
casa. En estos momentos la posibilidad de que se de un paro queda en manos del sindicato de
jugadores, dueños y los respectivos mediadores entre ambos. Hay que estar atentos a lo que
sucede entre ellos.
Solo queda pedir a los santos que el desastre (no natural) del posible paro laboral no toque tierra
en las costas estadounidenses, y que la temporada 2011-2012 de la NFL se lleve a cabo de buena
forma, haciéndonos felices a los aficionados, sin menoscabar los intereses de jugadores y dueños.
PD. Happy Mardi Gras
Por. Cristian Barajas López
Twitter: @piztian
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